Qué NO hacer ante una “Mala Racha”
La mayoría de los Comerciales que asisten a alguna de mis sesiones o formaciones me han comentado en algún momento: “Tengo una mala racha, llevo tiempo sin vender". Se trata…
La mayoría de los Comerciales que asisten a alguna de mis sesiones o formaciones me han comentado en algún momento: “Tengo una mala racha, llevo tiempo sin vender". Se trata…
En nuestro ebook DISC te avanzábamos la importancia y utilidad del conocimiento del estilo de comportamiento de tu interlocutor. También te dábamos las claves para comprender su estilo de comunicación…
Sales de una visita después de entregar una propuesta comercial ¿Qué haces justo en ese momento? ¿Te vas a otra visita? ¿A la oficina?
No lo hagas. No dejes que tu conciencia optimista te lleve a perpetuar los mismos errores cliente tras cliente.
La empatía es, sin lugar a dudas, una de las más importantes competencias personales y profesionales.
¿Alguna vez has sentido vergüenza ajena? ¿Te tapas los ojos y abrazas una almohada cuando ves a Marion en la ducha y aparece la sombra de Norman Bates? ¿Lloras cuando E.T se despide de Elliot? ¿Alguna vez te ha dado la risa cuando todos ríen a carcajadas y ni siquiera has oído el chiste?
Si hay una palabra clave que defina el clima que debe tener una entrevista de ventas, esa palabra es confianza. Y la confianza siempre va de la mano de la credibilidad que transmites. La credibilidad es un concepto altamente subjetivo, que no va íntimamente ligado a la honestidad.
Seguro que te ha pasado miles de veces. Estás escuchando a alguien y tienes la extraña sensación de que te está mintiendo. No está generando confianza. No sabes exactamente porqué, pero tu subconsciente te manda señales de alarma. Puede pasar incluso sin ver a tu interlocutor. Y lo mismo ocurre al revés, cuando escuchas a alguien por primera vez y no tendrías ningún problema en invitarlo a casa a cenar con tu familia.
Nunca le digas a un posible cliente SI, PERO.
No os descubro nada nuevo, hay millones de artículos y reflexiones que explican la importancia de eliminar el “pero”, tanto de nuestras conversaciones externas como de nuestros diálogos internos.
A riesgo de parecer una contradicción, empezaré este post diciendo que nunca me ha parecido un problema cerrar una venta de forma natural. Y es así porque estoy convencido que el cierre de una venta no es más que el resultado lógico de haber seguido un proceso, un método.
Si recuerdas, en la 1ª parte hablábamos de la pregunta recurrente en cualquier tipo de comercio: “¿le puedo ayudar?”, y la contestación también recurrente de “no gracias, estoy mirando”.
Os invitaba también a compartir propuestas de preguntas que evitaran esta contestación.
Por fin y después de grandes esfuerzos, consigues sentarte delante de tu posible cliente, ya sea por primera vez, ya sea para presentarle la propuesta comercial final.
La pregunta que debes hacerte es: ¿Qué le importa realmente? ¿Qué espera de mi?